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¿Es verdad que en verano nos ponemos más chachondxs?

¿Mito o realidad? ¿Por qué será que en verano se nos despierta un poco más las ganas de encuentros sexuales con nuestras parejas? ¿O será que estando solterxs tenemos más motivación en salir a conocer gente nueva? 

No es novedad que nos “preparamos” para el verano de una forma especial que no hacemos en invierno. Nos preocupamos por el peso, por el bronceado, por tener perfecto nuestro cabello, tener los mejores outfits para salir de fiesta e incluso los trajes de baños que destaquen en la multitud, entre otras cosas. ¿Será que estamos más expuestas viendo más piel, aprovechando el bronceado de la playa que nos hace sentir diferentes o los días de relax fuera de tanta rutina? ¿Y ese alboroto hormonal?

Junto al equipo de Skin Co. les traemos alguna evidencia sobre el tema y algunos consejos de cómo prepararnos para estos días de calor y disfrute. 

Basándonos en la bibliografía, varios científicos se dedicaron a estudiar sobre las repercusiones generadas en nuestro propio deseo vinculándolas con los ascensos de temperatura y cambios en nuestras actividades. Y la realidad es que sí, se ve un aumento en el deseo, ya sea en las fantasías eróticas, como en el deseo de mantener relaciones sexuales y en la disposición a realizarlas si se nos da la oportunidad. 

¿Y a qué me refiero con esto? Nuestro deseo se puede evaluar en tres niveles: en si pensamos en el sexo de forma espontánea (en general, no en una persona puntual), en la iniciativa de buscar un encuentro y en cómo respondemos de forma positiva si nos seducen para tener relaciones. Todos estos cambios puntuales (y a veces muy sutiles, como mostrar más piel, broncearnos, salir de vacaciones, cambiar la rutina, salir en las noches, descansar mejor, disminuir el estrés cotidiano, probar nueva alimentación, etc.) son favorecedores para nuestra libido en estos tres niveles. 

Todas estas cosas que son diferentes son para nuestro cerebro una novedad. ¿Y a qué me refiero con una novedad? Me refiero a que son estímulos, inductores internos y externos diferentes. Durante el año practicamos de forma similar nuestras actividades, como la rutina de ir al trabajo o a estudiar, de reunirnos con los mismos grupos de amistades, de abrigar nuestro cuerpo y mostrarlo menos, de no preocuparnos tanto por cómo lucirá nuestro cuerpo al desnudo, como si lo hacemos en verano. Todos estos nuevos cambios, que se presentan en épocas de calor, son estímulos nuevos para nuestro cerebro, y eso amigas y amigos, son inductores para nuestro deseo

Recuerden que nuestro cerebro es nuestro principal órgano sexual, necesitamos estimularlo de forma frecuente para que el deseo se mantenga a flor de piel, dándole estos cambios es como provocamos la liberación de neurotransmisores (dopamina, entre otros) que generan mayor deseo sexual. Un ejemplo real de esto es que cuando las parejas se van de vacaciones a lugares exóticos, aumentan de forma clara su frecuencia sexual y deseo mutuo, llamadas frecuentemente las “vacaciones sexuales”.

Es por esto, que para este verano les proponemos los siguientes consejos para explotar a full el deseo sexual propio: 

  • Recuerda que tu cuerpo es tu santuario de placer, cuídalo ante la exposición a nuevas temperaturas, ya sea con protector solar, ejercicio, buena hidratación y alimentación, la piel es tu mayor órgano receptor de sensaciones y tu cerebro el procesador de toda esta revolución de hormonas y estímulos nuevos. 
  • El calorcito siempre se presta para tomar un poco más de alcohol, pero recuerda, el alcohol a dosis bajas es desinhibidor, ayuda a sentirte más libre al relacionarte con otras personas, pero a dosis altas es supresor del sistema nervioso central y eso te inhibe tu respuesta sexual, pudiendo aparecer disfunciones sexuales como pérdida de la erección, dificultad con el orgasmo, entre otras disfunciones.
  • Y si lográs identificar cuales de estos cambios y estímulos nuevos son los que aumentan de forma espontánea tu propio deseo, practicalos durante todo el año, dado que el deseo sexual puede trabajarse y puedes mantenerlo alto durante todas las estaciones del año para sentirte a gusto con él, y no estar esperando a las vacaciones para explotarlo.

Bibliografía: “¿How does summer affect sexual desire?” Osmo Kontula, Leena Väisälä. Instituto Finlandés de Investigaciones sobre población de Helsinki. 2013.

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